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Idealmente, los niños deben hacerse una evaluación de ortodoncia a más tardar a los 7 años.

La intervención temprana es crucial a veces para aprovechar el crecimiento para lograr resultados esqueléticos permanentes.

Los tipos de problemas que los ortodoncistas pueden recomendar tratar mientras un niño todavía tiene algunos dientes de leche incluyen:

 

  • Mordidas inferiores: cuando los dientes frontales inferiores están por delante de los dientes frontales superiores

  • Mordidas cruzadas: cuando la mandíbula se mueve hacia un lado

  • Dientes muy apretados

  • Dientes excesivamente espaciados

  • Dientes extra o faltantes

  • Dientes que se encuentran anormalmente o que no se encuentran en absoluto

  • Chuparse el dedo, el dedo o el chupete que afecta el crecimiento de los dientes o la mandíbula

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